Empiezo los trabajos con las dificultades que se pueden imaginar, el Niño empieza a poner escritos, denuncias y conflictos colectivos, a convocar a través del comité reuniones en los 11 centros, con el personal que voy resolviendo con la contratación de un letrado especializado en lo laboral (perteneció a CC.OO) y sin la intervención de mi Asesoría Jurídica, a pesar de que cobraba mensualmente, y plantean nueva huelga, con fecha 18 de Julio, que casualidad.

Empiezan las negociaciones preliminares, en particular con el responsable de García Morato Sr. Gil Chamizo, le doy mi opinión sobre la huelga:

En primer lugar le informo del intento de chantaje hacia la empresa, táctica que tan buenos resultado les había dado con los Gorilas, sobre lo cual personalmente estaba bastante tranquilo. Naturalmente le avisé de la gravedad que podía tener utilizar a pacientes, enfermos ingresados y familiares, al paralizar en su totalidad la limpieza del Hospital. Igualmente le informé que no toda la plantilla estaba de acuerdo.

Convocada por la Dirección del Hospital en el despacho del Sr. Gil Chamizo, reunión entre el Comité de Huelga, el citado Sr. Gil y yo como Gerente.

Una vez oída la versión del Comité con su portavoz El Niño, le hago saber a los presentes que yo sigo en la reunión con el Comité porque eran empleados míos y con el Director, pero no con presencia del Niño, dado que no era empleado mio subrogado y si administrativo de la empresa saliente y si actuaba como Secretario del Sindicato me vería con él en las oficinas del Sindicato o en las mías, pero no allí.

Inmediatamente el Sr. Gil Chamizo requiere la presencia de la policía y les da instrucciones para que lo acompañen fuera de las instalaciones del Hospital, como así hicieron.

Al Comité (*) les empieza a entrar la tiritera ya que al hacer mis manifestaciones sobre los distintos puntos de la huelga, tenían que salir a la calle para evacuar consultas con el líder, ya que no sabían que responder.

(*) El Comité era para verlo – si hay ocasión les enseñare fotos – lo componían gordas con caras de vascas abertzales, que influenciadas por el sindicato tienen la mierda en la cabeza como los langostinos tigres y que convenientemente manipulados dejan salir el bicho que llevan dentro. Y cuatro elementos masculinos hijos de putin, pencos y vagos, predispuestos a crear conflictos por las derrotas continuas a las tácticas que llevaban empleando desde el comienzo de los servicios en el Hospital, perdiéndolas todas ellas.

Pongo solo un ejemplo de la mas importante, argumentaban que mi empresa no les reconocía los derechos adquiridos y sueldos (estos eran sobre 34.300.-ptas/mes mas alto que el Convenio Provincial) pero ya les había